lunes, 29 de agosto de 2016

Cuanto tiempo...

Hola familia,

Hoy son ya 7 meses desde mi última entrega... 

De verdad que como pasa el tiempo y lo más importante no es tanto lo rápido que pasa, sino lo que sucede en ese tiempo...

Por un lado cosas buenas, y como es lógico, también pasan cosas malas, aunque ahora que lo digo, creo que el mal o el bien, solo es cuestión de opiniones, de creencias y hasta de moral y educación, aunque claro que hay cosas que a todas luces siempre estarán mal y las otras que estarán bien, pero siempre quedara de una manera subjetiva y desde luego a la interpretación de cada uno, o como aquella frase que le encantaba decir a mi adorada Madre:
En este mundo nada es verdad, nada es mentira, todo depende del color del cristal con que se mira ¿no es verdad?

Por ejemplo, en nuestra entrega pasada, --la Virgen de la Soledad—en la que que se armó tremenda polémica (que desde luego me encanta, porque el propósito de todo este trabajo, es que todos participen), entiendo que tuvo un impacto diferente al que pretendí al crearla, y bueno, tengo que agregar que de repente mi estilo de escritura divaga mucho, pero quiero que sepan que lo hago a propósito, sobre todo cuando estoy nervioso, es decir, soy como los perros antes de acostarse a dormir... Me gusta darle vueltas y vueltas, hasta que finalmente caigo jajajajaj

Regresando un poco a lo de la entrega anterior, me llamo mucho la atención, que lejos de conseguir el objetivo por el que fue creada, (“recuperar la virgen de la tía Carito”) conseguí ser enjuiciado  --al menos por los que comentaron en el blog-- y desde luego por algunos otros correos que me llegaron, que por su naturaleza no quise incluir dentro de los comentarios.

Es curioso como se puede desviar la atención de un hecho, a partir del surgimiento del primer comentario, en donde lejos de considerar lo que la propia historia narraba, se aludió a la manera en la que me referí a mi primo...

Concedo la razón a todos aquellos que además de sentirse ofendidos, me criticaron, y concedo la razón, porque todos tenemos el mismo derecho a expresar nuestras opiniones, buenas o malas, es decir, el derecho nos asiste a todos por igual, finalmente, reitero que mi único propósito  era el recuperar la virgen y no precisamente quemar a nadie...

¿Me equivoque? 

Si... Todo parece indicar que por un lado, no me correspondía hacerlo --aunque soy miembro de la familia y creo que todos tenemos derecho a participar-- y por el otro, mi manera de expresarlo resulto en la gran ofensa para el primo, a quien desde luego sí ofrezco una sincera disculpa; Alfredo, tienes razón de sentirte ofendido, no era la manera de expresarme de ti, sin importar en este momento, si lo que dije de tu persona es verdad o mentira, simplemente no fue la manera y por ello te ofrezco la más amplia y sincera disculpa.

Por otro lado y, dejando un poco lo de la entrega anterior, empecé comentando la velocidad con la que pasa el tiempo y la cantidad de acontecimientos que suceden en este ir y venir de la vida diaria...

Para nadie es sorpresa que en abril pasado, sufrí mi tercer infarto -- aprovecho para agradecer a todos los que me ayudaron, me visitaron, me hablaron, me apoyaron, me llamaron y escribieron dándome su cariño y sus mejores vibras para mi pronta recuperación--- 

A TODOS MUCHAS GRACIAS!

Me queda claro que cada vez que he sufrido un infarto, mi vida ha dado impresionantes giros y dejando como resultado importantes cambios...

En esta ocasión no fue la excepción, sin importar los motivos, --aunque entiendo que para todos deben ser más que claros, es decir, la lejanía de la familia es una factura con un costo muy alto-- decidí dejar de trabajar en el negocio del sobrino al que amablemente fui invitado a colaborar hace un poco más de 27 meses y regresar a casa.

Hoy recibí un correo no muy agradable, en el que mencionaba cosas que nada tienen que ver con mi decisión de dejar la mueblería, desde luego, no cita la fuente por la que él se enteró, y también desde luego, para mí no tiene la menor importancia toda vez que lo que le dijeron es falso, sin embargo, me puso a pensar que así como a él le llego eso que no tiene el menor sustento, dicen que del árbol caído todo mundo hace leña y con el propósito de no crear chismes ni mayores especulaciones, decidí incluirlo en esta entrega

Deje el trabajo en Puebla, con la misma dignidad, humildad, educación y agradecimiento al sobrino, con la que lo acepte cuando amablemente me lo ofrecieron, mi trabajo siempre fue honrado y dedicado, en cuerpo y alma, de tal suerte que sin importar lo que algunos pudieran pensar, puedo garantizar que mi salida además de haber sido digna, fue sin prisa ni pausa, sin arrebatos ni pleitos, lo hable con el sobrino en un restaurante en donde amablemente me invito a comer y desde mi particular punto de vista, se entendió y quedo claro el porqué de mi renuncia, lo que después de esto pudiera surgir, son meras especulaciones, aquí lo realmente importante es lo que él y yo hablamos ese día

Pero Felipe, ¿por qué nos cuentas todo esto? 

Bueno esto obedece a que en principio, quise  aclarar la razón de la entrega de la virgen, quise también ofrecer disculpas al Primo Alfredo por lo que lo haya ofendido, y también quise que quedara claro que mi regreso de Puebla no obedeció a ningún pleito ni mucho menos...

Siempre será importante aclarar las cosas para que si de alguna manera como sabemos, la historia nos va a juzgar, que al menos sea con la verdad y no con inventos o calumnias que ni al caso...

¿Estamos de acuerdo?

Además de que, imagina que acabo de pasar mi tercer infarto y no estoy cierto si pudiera resistir el  cuarto y eso de irme sin dejar claro lo que pienso --sobre todo porque atañe a miembros de mi familia-- como que no me habría dejado descansar a gusto

Finalmente, esta entrega es algo que me estaba moviendo el corazón, y así como un día se me ocurrió la idea de crear este maravilloso blog, que al día de hoy se ha convertido en un tesoro invaluable para toda la familia, --para los que hoy estamos y para los que vienen después de nosotros-- tanto por sus contenidos como por su archivo fotográfico o como la idea de reunir a la familia, en un evento que estuvo cargado de magia, en donde hasta los que por ya no estar entre nosotros, logramos que asistieran, y los que no pudieron asistir, pudieron gozarlo a través de las entregas que se hicieron con la reseña del evento, -- por cierto, antes de escribir esta entrega, vi otra vez el vídeo del discurso y lo que paso durante y después de este y me volví a emocionar tanto como lo hice ese día. Si hace tiempo que no lo ves, te recomiendo lo hagas, es emotivo y nostálgico a la vez, te dejo el enlace, solo dale clik sobr el titulo y te abrira una nueva ventana con la entrega:


Hoy me queda claro que hubo un antes y un después de este evento que nos hizo sentirnos lo que somos, es decir, nos hizo sentirnos familia, nos unió como tal y que al día de hoy, me congratulo de haber --entre todos--, logrado con ello, el que todos sepamos de todos, todos nos conozcamos aunque sea en fotografía o por alguna entrega incluso, así como por los lazos que se han creado entre algunos que estaban separados desde hace años, ¿no es cierto? 

Bueno pues hoy se me ocurrió el comentarles algo que me preocupa, sobre todo, porque creo que no es válido juzgar a una persona por una fotografía, y si de juzgarla se trata considero que debe hacerse con la película completa...
después de lo que ha pasado a partir de la ultima entrega y luego con lo del infarto, no quiero que sea a la inversa, es decir, que todo este trabajo de unión, termine en una des unión. 
Los invito a que le sigamos dando continuidad a nuestro tesoro, enviando fotos, historias o lo que quieran que quede grabado en la historia de las Familias de la Familia Morante Orozco, recuerden que esto es para los que ahora estamos, pero sobre todo para los que vienen debajo de nosotros y los que siguen y así hasta el infinito y más allá 
Besos para ellas y abrazos fuertes y cariñosos para ellos
Los quiero mucho!


Felipe Fernández Morante