jueves, 17 de octubre de 2019

Jaime Baltasar Fernandez Morante




          1952 - 2019  


Irreverente, irresponsable, platicador, simpático, culto, trabajador, honesto, honrado, buen conversador, podía hablarte desde los cómics de Memin pinguín, hasta de personajes como Dostoyevski, tenía un concepto personal de la realidad y un concepto muy personal del esoterismo, él me presento el I Ching, me enseño a leerlo y gracias a Jimmy, soy un apasionado de este libro (confieso que hasta en algún tiempo de mi vida, viví de leer el I Ching).

Platicaba de la tierra como lo hacía de las estrellas, de las culturas Maya, Zapoteca, Teotihuacana o de los gobiernos y personajes del PRI, de quien era gran defensor cuando entró el gobierno Panista, hasta tiempos recientes en donde defendía a capa y espada, de su convencimiento de que López Obrador hará la gran transformación... 

Excelente chofer, creo que si hubiera tenido la oportunidad habría ganado varios premios en fórmula 1, no le preocupaba nada, no le tenía miedo a nada, vivió su vida a su antojo, dejando huella por dónde pasaba, ¿quién no tiene una anécdota con Jimmy?

Recuerdo que cuando lo presentaba con gente que no lo conocía, yo decía:

Te presento a mi hermano Jaime...

Él inmediatamente corregía:

"¡Jimmy por favor!
Me llamo Jimmy"

Jajajaja creo que su molestia es porque algún programa de televisión de la época, se puso de moda el nombre de Jaime que se asociaba al chofer:

"Jaime, a casa por favor"

Jajajajajajajajaja
Me causa gracia, y qué paradoja tan extraordinaria: 
Trabajó algunos años con el primo Pedro Prado, transportando niños de la escuela a sus casas y viceversa, y más fuerte me resulta que, sus últimos años, vivió de llevar gente a sus casas, trabajando con una Plataforma de movilidad.

¿Qué cosas de la vida verdad?

Al ser el primero de los primos por el lado de papá, fue quien, a base de aciertos y tropiezos, a su tiempo y con su ritmo, con golpes y caricias, nos fue abriendo paso a los que veníamos atrás de él. 
Personalmente aprendí muchas cosas de él, buenas y malas, convivimos en momentos duros, fuertes, dolorosos y también maravillosos. 
Discutíamos acaloradamente pero al final siempre nos decíamos lo mismo:

¡Te quiero hermano!

Jimmy me enseñó a manejar, siempre fue muy diestro para la manejada, desde un auto como aquel Volkswagen que inicialmente fue de la tía Tere Madrigal, hasta grandes tráilers con plataforma cargando contenedores para llevar del Puerto Progreso Yucatán a las diferentes maquiladoras de la región, me enseñó a fumar, cigarros de tabaco y también de marihuana, comimos hongos de Huautla, (de los de María Sabina) haciendo viajes en aquella cabaña en el desierto de los leones, de Hugo, un amigo de Jimmy, viajando al infinito y más allá, aprendí a escuchar música, gustaba de las rolas de "The Beatles", "The Rolling Stones",  "The Doors", y todos los que se fueron sumando a ese movimiento maravilloso "de cuando se escuchaba buena música", incluso recuerdo muchas canciones de "Joan Manuel Serrat", que si bien es cierto no eran del género, también lo es que, en aquel entonces estaba de moda también, cuántas veces habremos cantado juntos "Penélope" o "Cantares" con esa extraordinaria letra:

"Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasará siendo camino, camino sobre el andar"  

Mientras imprimíamos camisetas en la azotea de la casa de mi mamá (Providencia 303 letra C, en la Colonia del Valle) en un negocio que hizo con el también muy querido primo Nacho de la Miyar Q.E.P.D, negocio que después continuamos mi primo, hermano y uno de mis mejores amigos de la infancia y hasta la fecha,  Oscar Fernández Tenorio...
¡Qué momentos!




Comenté antes que no hay quien no tenga una anécdota, un buen y hasta mal recuerdo de mi querido hermano.
Hace poco tiempo, me di a la tarea de hacer este blog, así como el de las familias de la familia Fernández Cano (por el lado de mi padre)  y tengo muy presente un comentario del primo Jorge Morante Yáñez:

Me acuerdo de Jimmy, en su vocho azul, achaparrado casi hasta el suelo, con llantas anchas, rines, palanca y volante deportivos, en una visita que me hizo en Orizaba, conocí el que hasta la fecha es uno de mis grupos preferidos: 
"Emerson, Lake & Palmer”...

Jimmy acostumbraba visitar a todos los familiares que vivieran en el camino cuando viajaba pasando a tomar un café o simplemente saludando.

En mayo 2012, logramos reunirnos las familias de la familia Morante Orozco, a esta maravillosa, mágica y muy emotiva reunión, asistió también mi primo Baltasar Gómez Morante (Q.E.P.D), que en ese tiempo, trabajaba en una agencia de autos Jaguar y consiguió una camioneta Land Rover en la quien viajo con Jimmy a Orizaba...
Cuenta Balta, que venían en la carretera, Jimmy manejando (siempre tenía que manejar él) y que en un momento del trayecto entre Puebla y Orizaba, se picó con un BMW que venía también pisando fuerte y que en una curva casi se voltearon, al grado de levantar por un breve espacio la camioneta en dos llantas, claro que al regreso manejó Balta jajaja, pero eso no es lo importante, lo realmente curioso, es que en ese BMW venía el primo Beto Gallina Morante y ninguno de los dos supieron mientras venían con madre, quién era el otro piloto... 
¿No es curioso?

Anécdotas como esta hay miles, estoy seguro que ahora que estás leyendo esto, ya te vino a la mente un recuerdo y una historia, un anécdota, y sin hacer grandes esfuerzos con tu memoria, simplemente hablar de Jimmy, logra evocar una época, un recuerdo, un acontecimiento....
Vi en alguno de los comentarios de mis primas, que su papá, el Tío Rolando Fernández Cano, hermano de mi papá Jaime Felipe Fernández Cano, mi primo Eduardo Manuel Fernández Madrigal y mi hermano, murieron un 15 de Octubre... 

¿Increíble verdad? 

(Me encantaría y como tributo a él, que si tienes y quieres compartir algo que te haya dejado huella de él, me lo mandes y con gusto lo incluimos en esta entrega, como todo lo demás de este blog, entre todos podemos enriquecerlo con nuestra participación)

Hoy mi querido hermano ya no está entre nosotros, finalmente y después de su tortuosa (pero extraordinaria) vida, ya descansa y estoy convencido de que lo hace en paz.

Siento mucho, pero de verdad mucho, el no haberme podido despedir de él, como él mismo habría merecido, y no me refiero a una fiesta de grandes proporciones... Con un beso, un fuerte abrazo y un "te quiero hermano", me habrían bastado, desafortunadamente mi estado de salud no me permite viajar y menos a la CDMX, con sus 2,200 metros de altura sobre el nivel del mar y sus días de 180 grados IMECA de contaminación, sin embargo, me queda el consuelo de que siempre que hablábamos, al final la frase era:

"Te quiero Bro, seguimos en contacto"

Hoy que ya no está, repito esta frase desde el fondo de mi corazón, con los ojos inundados de lágrimas y el corazón oprimido:

"Te quiero hermano, seguimos juntos"

Agregaré:

"Y no te angusties, que pronto nos reuniremos de nuevo"

Descansa en paz Jaime Baltasar Fernández Morante, mejor conocido como:

                  JIMMY


Esta es una de las ultimas fotografías que nos tomamos juntos...
el lugar:
Los patios del Hospital de alta especialidad de Guadalajara, después de mi cuarto infarto y previo a mi cirugía de revascularización coronaria...

Siempre en las buenas y en las no tanto... 




P.D: No te olvides de mandar alguna anécdota y por supuesto dejar tus comentarios.